Hoy vamos a disfrutar con calma, pero entusiasmados, de las visitas del día. Nuestra última noche en la isla, va a ser muy especial y queremos poder disfrutar tanto de los preliminares, como de la cena en uno de los restaurantes más románticos y bellos del mundo.
De nuestro listado de ¿qué ver en Santorini?, entre otras cosas, nos quedaba pendiente visitar algunas playas y algunos puntos de interés de Fira. Por lo tanto, tenemos una planificación amplia, pero va a ser flexible y relajada.
Fira
Fira, es nuestra primera parada. Los puntos de interés de la capital de Santorini son muchísimos, pero hemos priorizado algunos de ellos.
Three Bells
Un punto icónico de la isla es este campanario de tres campanas, considerado símbolo de la arquitectura tradicional de la isla. No tiene un papel histórico específico, ya que principalmente es un campanario. Sin embargo su antigüedad y la belleza que da al paisaje, lo convierten en parte del patrimonio cultural de la isla.
Hay un aparcamiento muy cerquita, en el que dejamos el coche. Es pequeño y no tuvimos problema a primera hora, pero a la vuelta lo encontramos completo. Así que fue un acierto llegar andando hasta nuestra siguiente visita en la capital, pues zona de parking no es lo que más abunda.
Museo de Prehistoria
Después de visitar, el día anterior, la ciudad arqueológica de Akrotiri, la cual fue completamente cubierta por las cenizas y la lava de la explosión que destruyó la antigua civilización minoica que habitaba la isla, nos apetecía contemplar los frescos y los objetos que recuperaron en las excavaciones. (Ampliar datos de la historia en este enlace)
El museo es pequeñito, no se tarda mucho en recorrerlo. Pero nos resultó muy interesante.
Yalos. Playa Exo Gialos
Es momento de visitar y descansar en las playas de la isla. Aunque las playas de Santorini no son las mejores de las Cícladas, las hay muy diferentes y con una ambientación muy chula. Muchas de ellas organizan eventos al atardecer.
Os detallamos la información más importante de cada playa, en nuestro artículo ¿qué ver en santorini? para que tengáis diferentes opciones si os apetece visitarlas.
Aunque nuestra intención era visitar más de una en el día de hoy, cuando llegamos al Beach Club Yalos, decidimos quedarnos aquí, y dar por cubierta la experiencia de conocer esta parte de la costa.
Ubicado en la playa de Exo Gialos, la decoración es exquisita. Rústica y elegante al mismo tiempo.
Un entorno muy acogedor. Decidimos sentarnos en una de sus mesas con vistas al mar, tomarnos un coctel degustando la deliciosa cocina tradicional griega que sirven.
Había la posibilidad de reservar hamaca en primera línea, pero el elevado precio (100 euros) y el mar agitado que no invitaba al baño, hizo que cuando acabamos de comer, simplemente nos diéramos un paseo por la costa y pusiéramos las coordenadas del gps destino a nuestro hotel. La tarde promete, ¿recordáis?, jeje
Hotel
Es un gustazo, llegar cansado después de las visitas del día, a un hotel que te relaje con tan solo poner un pie en él. Así es Kasimatys by la Perla.
Antes de nada, solicitamos en recepción que nos gestionaran un taxi para ir y volver a Oia esta noche, y así olvidarnos de los problemas de aparcamiento y sobre todo, poder disfrutar de una copa con tranquilidad. Los precios que nos ofrecieron son más económicos que los que encontramos buscando el servicio de taxi por libre.
Y aquí, nuestra rutina de cada tarde: un bañito en el jacuzzi, un coctel en la piscina, y a disfrutar arreglándonos, con mucha ilusión, entre la acogedora decoración de nuestra suite.
Restaurante Lycabettus
Tras un cómodo trayecto, de apenas 20 minutos en taxi, llegamos a Oia.
Con tranquilidad, paseamos entre las callejuelas encaladas, disfrutando de la belleza y de las imponentes vistas de este pueblecito tan mágico. Aunque ya habíamos estado en días anteriores, ¡todo nos parecía como si lo viésemos por primera vez!
Hay puntos muy bonitos para hacer fotos alejados de los lugares más típicos. Nos gustó encontrar esos lugares. No se nos ocurrió visitar enclaves muy concurridos, que ya habíamos visitado a primera hora de la mañana.
¡Por fin, las manecillas del reloj marcan las 19.00 horas!
Es momento de dirigirnos al restaurante Lycabettus, el balcón panorámico más bello del mundo, como así lo verifican numerosos reconocimientos a nivel mundial.
¡Estamos impacientes de desvirtualizar la imagen que tenemos de este lugar!
Nos acompañan a nuestra mesa, tras un descenso espectacular, por las escaleras empedradas que separan la recepción del restaurante. No podemos estar más maravillados. Pensábamos que después de las experiencias únicas vividas en noches anteriores, no podríamos sorprendernos más. Pero Santorini es tan generosa, que siempre te da más.
Reservamos el primer servicio de cena, como de costumbre, para tener la oportunidad de contemplar cómo el paisaje va cambiando, con el paso de los minutos. Derretirnos con los colores del atardecer, del ocaso y acabar la velada a la romántica luz de las velas.
En este enclave de paz, empezamos alterando esa tranquilidad con un “Erótico”. Un cóctel delicioso con vodka, infusión de rosas, fresa, cítricos y champagne. Parece que la noche ha empezado fuerte. Seguro que os apetece saber cómo continuó, así que podéis ampliar todos los detalles de la cena en este enlace.
El tiempo ha pasado, tal vez demasiado rápido. Cuando estamos plenamente felices, así es como lo percibimos. Pero no estamos melancólicos, hemos disfrutado de momentos únicos e irrepetibles y nos sentimos muy privilegiados por ello. Lo efímero tal vez sea tan bonito, por vivirlo así, como un suspiro de felicidad.
¿Cuánto tiempo es para siempre? A veces, sólo un segundo.Alicia en el país de las maravillas