Asentamiento correspondiente al Preclásico tardío (300 – 50 a.C.). A día de hoy aún se desconoce el nombre originario de la zona, por lo que toma el nombre de una de las lagunas más cercanas, y por el que comúnmente se la conoce, Muyil o Chunyaxché.
Orígenes Muyil
Situada dentro de la Biosfera de Sian Ka’an, Muyil es la más notable de los 22 asentamientos que se han encontrado en ella. Su emplazamiento cercano a la laguna, le otorga una posición estratégica en la ruta comercial maya. Posición que infiere en la creación de importantes vínculos con otras ciudades. Esto se debe a que los mayas utilizaban las entradas naturales y playas a lo largo de la costa de Tulum, Tankah, Akumal, Xaac, Paamul, Chakalal y la entrada de Xcaret y Xel-Ha para el comercio marítimo.
La laguna de Chunyaxché se conecta al mar, en Boca Paila, a través de un sistema de estrechos canales naturales, que hay entre los manglares. Esta situación no ocurre en la laguna de Muyil, y puesto que es la más cercana al asentamiento, los antiguos mayas construyeron un estrecho canal para unir las dos lagunas y así facilitar su conexión total con la ruta al mar.
Una de las construcciones más simbólicas de este comercio, es la que nos encontramos situada en el canal principal que une la laguna de Chunyaxché con la desembocadura. Dado el lugar estratégico de su ubicación, se cree que hacía de puerto marítimo y «aduana» para controlar tanto los bienes entrantes como los salientes. Entre los muchos que circulaban por el canal, se tiene constancia del jade, la obsidiana, el chocolate, la miel de abeja, las plumas y desde luego la sal.
Hacia el Postclásico tardío (1200 – 1450 d.C.), se establece una relación con los asentamientos del interior de la Península del Yucatán, en especial con la ciudad de Cobá, dando como resultado, la ruptura con las de la zona norte de Belice y sur de Quintana Roo. Éste nuevo vínculo, con la principal ciudad, que controlaba el tránsito comercial marítimo de la zona, hará que Muyil experimente un importante crecimiento demográfico. Este hecho, llevará consigo, la construcción de algunos de los edificios más representativos y conocidos que se conservan en la actualidad.
La ciudad, como casi todas, se mantuvo habitada hasta poco antes de la llegada de los conquistadores españoles.
El Castillo
Construcción piramidal, de cinco cuerpos y 17m de altura, coronado por un templo dedicado a la diosa Ixchel de la fertilidad. Se cree que se traían a los bebés a este templo para que fueran bendecidos.
Un rasgo peculiar es el elemento arquitectónico situado en el techo llamado «torre» circular hueca. Esta está adornada en su parte externa por pequeños pinchos planos a manera de protuberancias, semejantes a las espinas del tronco de la ceiba (árbol sagrado de los mayas), probablemente simulando formas utilizadas en algunos incensarios de barro.