Nos disponemos a realizar una de las rutas más solicitadas y mejor valoradas que hay para conocer New York en pocos días. Se trata de la ruta Contrastes New York.Nosotros las contratamos con Civitatis, la cual ofrece 3 variantes: la normal, la VIP y la privada. Seleccionamos la VIP, pues en relación calidad-precio merece la pena, pues aunque no la realizas solo, la cantidad de personas es considerablemente menor que la normal (normal = autobús grande / vip = mini-bus de 15 personas max.).Tras recogernos en nuestro hotel de Nueva York a las 8:00 horas, nos disponemos a recorrer la diversidad de culturas y barrios que encierran algunos de los distritos más importantes de la Ciudad de New York. Todo un mar de contrastes.Durante el recorrido subiremos hasta el norte de Manhattan para cruzar Harlem donde posteriormente llegaremos al Bronx (primera parada). Seguidamente cruzaremos al distrito de Queens, uno de los más extensos y donde conviven cerca de 150 culturas distintas visitando Corona Park (segunda parada). Abandonaremos Queens para recorrer Brooklyn donde visitaremos el barrio judío de Williamsburg (tercera parada), la segunda comunidad judía ortodoxa más grande del mundo. Y para finalizar, nos ofrecieron la opción de terminar en Chinatown o bien dejarnos cerca del puente de Manhattan para poder visitar el barrio de DUMBO y alrededores.En el trayecto a el Bronx, y sin bajarnos a poder observarlo con más detenimiento, nos cruzamos con el espectacular y titánico USS Intrepid. Una pasada que seguro cuando volvamos a New York disfrutaremos más detenidamente en su museo y visita.
El USS Intrepid (CV-11), apodado «The Fighting I», es un portaaviones de la clase Essex que navegó para la Marina de los Estados Unidos durante la Segunda Guerra Mundial, la Guerra Fría y la Guerra de Vietnam. A día de hoy es un museo flotante que alberga una fascinante colección de aviones, naves espaciales y artefactos militares.El Intrepid fue botado en 1943 y participó en algunas de las batallas más importantes del Pacífico durante la Segunda Guerra Mundial. Sobrevivió a cinco ataques kamikazes y al impacto de un torpedo, ganándose una reputación de barco resistente e inquebrantable. En la Guerra Fría, el Intrepid se modernizó y sirvió como portaaviones de ataque y antisubmarinos, participando en la Guerra de Vietnam.En 1982, el Intrepid fue dado de baja y convertido en un museo. El Intrepid Sea, Air & Space Museum ofrece a los visitantes la oportunidad de explorar la cubierta de vuelo del portaaviones, conocer la vida a bordo y admirar una colección de aviones históricos como el Lockheed A-12 Blackbird, el F-14 Tomcat y el British Airways Concorde.El museo también alberga el Space Shuttle Enterprise, el primer transbordador espacial de la NASA, así como el Growler, un submarino de la Guerra Fría.
The Bronx
Llegamos a nuestra primera parada donde bajarnos: El Bronx. Único distrito de Nueva York ubicado en tierra firme, con una población tan diversa que hay más de 100 países representados en un crisol vibrante de culturas, gastronomía, arte y musica. De sus barrios han salido artistas tan conocidos mundialmente como Jay-Z, Cardi B o Jennifer López.
Yankee Stadium
Bajamos del autobús unos minutos para contemplar y fascinarnos con «La Catedral del Béisbol»: El Yankee Stadium, el estadio de beisbol de los New York Yankees, uno de los equipos más emblemáticos y exitosos de la MLB (Grandes Ligas de Béisbol).El Yankee Stadium original fue construido en 1923 y se convirtió en un símbolo del béisbol durante la «Era Dorada» del deporte. En este estadio se vivieron algunos de los momentos más memorables en la historia del béisbol, como las hazañas de Babe Ruth, Lou Gehrig y Mickey Mantle.En 2009 se inaugura un nuevo Yankee Stadium construido justo al lado del original conservando éste la fachada y algunos elementos del antiguo, pero con una estructura más moderna y una tecnología de última generación.El nuevo estadio tiene una capacidad de 46.537 espectadores y es uno de los estadios más modernos y lujosos del mundo. Cuenta con una pantalla gigante de alta definición, asientos con calefacción, restaurantes de lujo y gran variedad de tiendas en su interior.
Barrio de Longwood
Terminada la sesión de fotos, en el Yankee Stadium, llegamos al Barrio de Longwood, uno de los barrios más deseables del Bronx Sur en antaño. Sin embargo, al igual que muchas otras áreas del Bronx Sur, éste sufrió el abandono y la falta de inversión por parte de las administraciones públicas.De camino podemos ver una de las comisarías de policía más famosas, del que fuera el barrio más peligroso de New York, inmortalizada en le película de 1981 «Fort Apache, The Bronx» protagonizada por Paul Newman.
Graffiti Big Pun
Uno de los murales de Art-Street (arte callejero), más visitados, que puedes encontrarte por el Bronx, es sin duda alguna el del componente del grupo de rap «Terror Squad» Big Pun.Christopher Lee Ríos, más conocido por su nombre artístico Big Pun (abreviación de Big Punisher), fue un rapero estadounidense de origen puertorriqueño que emergió de la escena underground en el Bronx a finales de 1990. Luchó durante toda su vida con problemas de peso hasta que el 7 de febrero de 2000, sufrió un ataque de corazón y murió pesando 317 kilogramos.
Graffiti The LOX
Otro de los graffitis que se pueden contemplar y no muy lejano del Big Pun (lo tienes cruzando la calle) es el de The LOX. Anteriormente conocido como D-Block, the LOX es un grupo de cinco emcees nativos de Yonkers, descubiertos por Mary J. Blige. El nombre The L.O.X. venía de «The Warlox», aunque posteriormente fue acortado a The LOX, un acrónimo de «Living Off Experience». El grupo lo componen Jadakiss (Jayson Phillips), Sheek Louch (Shawn Jacobs)y Styles P (David Styles).
Graffiti I Love The Bronx
Nos dirigimos, tras un breve descanso de café y dulces, en busca del mural más representativo del Bronx. Estoy hablando del «I Love The Bronx».Pintado en 2012 por el colectivo artístico TATS Cru. Sus gigantes y coloridas letras son el centro de atención y selfies fotográficos. Éstas, en su interior, incluyen elementos que rinden homenaje y representan todo un simbolísmo a la cultura del Bronx, como: la estación de metro, niños saltando a la comba y muchos símbolos latinos como instrumentos musicales (maracas, tambores), elementos de juegos de mesa (fichas de dominó) y ¡hasta unas zapatillas colgadas! (todos sabemos lo que significa esto, ¿no?)
Estación de Metro Simpson Street
Justo al lado del mural «I Love The Bronx», en pleno corazón del Bronx, se encuentra la estación de metro sobreelevada Simpson Street que alberga la línea 2 y 5. Es más que una simple estación de metro, es un portal a la historia del barrio y un ejemplo de la arquitectura de principios del siglo XX.Fue inaugurada en 1904 y aún conserva gran parte de su diseño original. Su estructura elevada de acero y cristal junto con techos altos y amplios ventanales, permiten la entrada de luz natural por doquier. Los azulejos blancos biselados que recubren las paredes y los mosaicos decorativos en el piso te transportan fugazmente a otra época. La estampa es de auténtica película.
Amadou Diallo
Montados en el mini-bus, y de camino hacia Queens, observamos otro de los graffiti más importantes del barrio: el recientemente restaurado por la artista Hawa Diallo, del joven Amadou Diallo.Amadou, de 23 años, murió el 4 de febrero de 1999 cuando regresaba a su casa. Cuatro policías de paisano, confundiéndole con la descripción de un violador en serie que estaban buscando, le dieron el alto y le dijeron que no se moviera. Amadou, al meter su mano al bolsillo para sacar su billetera e identificación, la policía confundiéndola con un arma recibió una lluvia de disparos, 42 en concreto (19 dieron en su cuerpo). Estaba desarmado.
Mamá, mamá, me voy a la universidadUltimas palabras de Amadou
Después de su muerte, en el mismo lugar donde fue abatido, el artista local Keith Haring pintó un mural de Amadou con el ceño fruncido junto a cuatro policías uniformados con capuchas del Ku Klux Klan. La imagen, al igual que la ira de la comunidad, se desvaneció con el tiempo, lo que molestó a los residentes locales de Soundview que no querían que el recuerdo desapareciera.Hawa reemplazó la imagen descolorida por una que muestra el rostro sonriente de Amadou frente a las banderas estadounidense y guineana y junto a la cocina africana. La madre de Diallo, que asistió a la inauguración del mural restaurado, dice que la transición de imágenes refleja su propio proceso de curación.
Este mural es un recordatorio del trabajo que nuestra ciudad y nuestra nación deben hacer para que vidas como la de Amadou no se pierdan en el futuroHawa Diallo
Whitestone Bridge
Seguimos nuestro camino hacia el distrito de Queens y lo hacemos nada más y nada menos que cruzando por el majestuoso Whitestone Birdge: un puente colgante, de unos 1200m de altura, sobre el río East de New York, diseñado por el ingeniero Othmar Ammann y construido en 1939 (hasta dicha fecha uno de los puentes colgantes más largos del mundo) que conecta los distritos de Bronx con el de Queens con el Bronx, más concretamente el barrio de Throgs Neck con el de Whitestone.
Queens
Estamos en el distrito de Queens que se sitúa al Este de Manhattan y es el más grande, en extensión, de los otros cinco que componen la ciudad de Nueva York.
Corona Park
Llegamos a otra de las paradas de nuestro tour de Contrastes New York y es para disfrutar del conocido como Flushing Meadows-Corona Park. Diseñado para la Feria Mundial de Nueva York de 1964-1965 por una colaboración entre varios arquitectos paisajistas, incluyendo a Robert Moses y Gilmore D. Clarke, y con más de 1200 acres (485 hectáreas) el parque cuenta con una diversidad de paisajes, desde amplias áreas de césped hasta lagos y bosques, ofreciendo una experiencia de naturaleza única en medio de la ciudad.
Arthur Ashe Stadium
A escasos metros y dentro del parque, tenemos el Arthur Ashe Stadium que se erige como un coloso en el mundo del tenis, tanto por su monumentalidad arquitectónica como por el rico legado que lleva consigo. Este estadio, nombrado en honor al icónico tenista Arthur Ashe, se ha convertido en el escenario principal del Abierto de Estados Unidos, acogiendo momentos inolvidables («Carlitos» Alcaraz lo ganó en 2022) y consolidando su posición como uno de los epicentros deportivos más emblemáticos del mundo.El estadio lleva el nombre de Arthur Ashe, un pionero y leyenda en el mundo del tenis. Ashe, el primer jugador afroamericano en ganar el Abierto de Estados Unidos, dejó un legado que trasciende las canchas de tenis. Su dedicación al deporte, así como su activismo en favor de la igualdad y los derechos civiles, se ven reflejados en el estadio que lleva su nombre. Cada partido jugado en el Arthur Ashe Stadium es un tributo a la grandeza y la valentía de este héroe del tenis.Inaugurado en 1997, el Arthur Ashe Stadium es conocido por su imponente estructura y su capacidad para más de 23.000 espectadores, lo que lo convierte en el estadio de tenis más grande del mundo. Su diseño innovador incluye una cubierta retráctil, permitiendo que los partidos continúen incluso en condiciones climáticas adversas.
Unisphere
También, en el corazón de Corona Park se alza majestuosamente el Unisphere, un monumento icónico que fue concebido como elemento central y símbolo principal de la Feria Mundial de 1964. Diseñado por el arquitecto paisajista Gilmore D. Clarke y el ingeniero industrial Peter Muller, este monumento de acero inoxidable se erige como una proeza técnica y una obra maestra artística.Con una altura de 12 pisos y un diámetro de 120 metros, el monumento presenta una estructura tridimensional que representa la Tierra. Tres anillos circundan el globo, simbolizando las órbitas de los primeros cosmonautas en el espacio, un tributo a los logros científicos y la exploración espacial de la época. La estructura masiva descansa sobre un pedestal que muestra las principales rutas de vuelo alrededor del mundo, enfatizando la interconexión global. Las fuentes que rodean la base del Unisphere añaden un toque de elegancia y movimiento, creando un espectáculo visual que atrae a visitantes de todas partes. ¿Te suena de alguna peli? jejeje.
Estatua Rocket Thrower
Dentro de Corona Park se alberga una serie de monumentos y esculturas emblemáticas que narran la historia y la diversidad cultural de la ciudad. Entre estas impresionantes obras de arte, destaca el «Rocket Thrower», una escultura monumental que rinde homenaje a la exploración espacial y al espíritu humano de superación.El Rocket Thrower fue creado por el escultor Donald De Lue para la Feria Mundial de Nueva York de 1964-1965 y presenta a un atleta musculoso sosteniendo una antorcha en una mano y lanzando un cohete hacia el cielo con la otra. El atleta, con sus rasgos heroicos y dinámicos, personifica la determinación humana y la búsqueda constante de nuevos horizontes. La antorcha que sostiene, simboliza la luz del conocimiento y la sabiduría, mientras que el cohete representa la exploración espacial y la conquista de lo inexplorado.
Long Island City
Terminada la visita de Corona Park, nos dirigimos al distrito de Long Island. Más concretamente a su rivera, junto al East River, de lo que antiguamente fueron sus afamados astilleros.
Astilleros
Los astilleros de Long Island City tienen una rica historia industrial que se remonta a los siglos XIX y XX. Ubicados a lo largo de las costas del East River, fueron el lugar de construcción y reparación de numerosas embarcaciones, incluyendo barcos comerciales, buques de carga y barcos de guerra. La actividad de los astilleros contribuyó significativamente al crecimiento económico y al empleo en Long Island City y en la ciudad en general.Sin embargo, a medida que la economía fue cambiando y la industria pesada disminuyendo en la ciudad, estos sufrieron un fuerte declive y muchos de ellos cerraron o se reconvirtieron para otros usos. Hoy en día muchos de ellos han sido reutilizados para otros fines, como parques, centros de arte, áreas residenciales o comercios.
Midtown Manhattan Skyline
Justo en uno de los muchos embarcaderos de madera de la zona del East River, podemos maravillarnos del espectacular skayline de Manhattan y sus rascacielos.Algunos de los rascacielos o edificios más reconocidos que se pueden ver desde Long Island City incluyen el Empire State Building, el Chrysler Building, el Bank of America Tower, el One Vanderbilt o la sede de la Organización de las Naciones Unidas (ONU).Además de los rascacielos, la vista desde Long Island City también ofrece una visión de otros puntos de referencia notables, como el puente Queensboro (también conocido como el puente 59th Street) y el edificio Citigroup Center en el vecindario de Midtown East.
Brooklyn
LLegamos a Brooklyn, uno de los cinco distritos que componen la ciudad de Nueva York, que ha surgido como un centro de creatividad, diversidad y vitalidad cultural. Su historia se remonta a los primeros asentamientos coloniales en el siglo XVII. Originalmente fue una ciudad independiente, pero en 1898 se fusionó con la ciudad de Nueva York. A lo largo de los años, Brooklyn ha experimentado cambios significativos, desde su papel como un importante centro industrial en el siglo XIX hasta su transformación en un centro cultural y residencial en el siglo XXI.
Barrio Judío de Williamsburg
La siguiente parada es para visitar el barrio judío de Williamsburg. Este barrio tiene sus raíces en la inmigración judía que se produjo a fines del siglo XIX y principios del siglo XX. En ese momento, muchas familias emigraron de Europa Oriental, especialmente de países como Polonia y Rusia, en busca de oportunidades económicas y religiosas en los Estados Unidos. Muchos de estos inmigrantes se establecieron en Williamsburg, donde encontraron una comunidad acogedora y próspera.Hoy en día, el barrio es conocido por su gran comunidad ortodoxa. Con una población considerable de judíos jasídicos, el vecindario es el hogar de numerosas sinagogas, escuelas religiosas y organizaciones comunitarias que sirven a las necesidades espirituales, educativas y sociales de esta comunidad.Además de su importancia religiosa, es también un centro cultural y comercial vibrante. Las tiendas kosher, panaderías y carnicerías son una parte integral del tejido comunitario, donde se ofrece una considerable variedad de productos alimenticios y artículos religiosos que satisfacen las necesidades de la comunidad. Nosotros pudimos dar fé de ello al entrar en una de las muchas panaderías para comprar pan y dulces. Riquísimos y el pan tremendamente espectacular.Como he comentado al inicio, una vez finalizada la visita por el barrio, nos dieron un par de opciones a elegir: continuar hasta Chinatown y ya finalizar o dejarnos cerca del puente de Manhattan y visitar el barrio de DUMBO y alrededores. Nosotros decidimos ésta última pues queríamos tener la oportunidad de cruzar, a pie, el puente de Brooklyn.
Barrio de DUMBO
Nos encontramos ya en el barrio de DUMBO, que significa «Down Under the Manhattan Bridge Overpass» (Bajo el Paso Elevado del Puente de Manhattan), que refleja la ubicación única del barrio por debajo de los imponentes arcos del puente de Manhattan. En sus primeros días, como toda la ribera del East River, DUMBO era un enclave industrial, hogar de almacenes, fábricas y astilleros que contribuían al auge económico de Brooklyn en el siglo XIX y principios del XX.Hoy en día, DUMBO es conocido como un barrio de arte y creatividad que alberga una gran cantidad de galerías, estudios de artistas y espacios culturales. Desde las calles adoquinadas hasta los lofts industriales convertidos, el vecindario respira un ambiente bohemio y artístico que atrae a artistas locales e internacionales por igual.Prueba de ello, y que nos dejó totalmente maravillados, fue el encontrar en plena zona de obras un hermoso árbol de navidad realizado con los conos de señalización de peligro. Creo que ha sido el mejor árbol que he visto, bueno…, pero el más pintoresco y original seguro que sí. Una preciosidad.
Puente de Manhattan
Si hay algo que destaca en el barrio de DUMBO, obviamente es el Puente de Manhattan. Éste fue diseñado por el ingeniero civil Ralph Modjeski y el arquitecto Leon Moisseiff, y su construcción fue supervisada por el ingeniero jefe Othniel Foster Nichols. La construcción del puente comenzó en 1901 y se completó ocho años después, en 1909. En su momento, fue el puente colgante más largo del mundo.Su construcción fue una hazaña monumental de ingeniería, enfrentando desafíos técnicos significativos debido a la longitud del tramo central y a las corrientes y mareas del río East River. Con el uso de técnicas innovadoras y materiales de vanguardia de la época, los ingenieros superaron estos desafíos y crearon una estructura que aún impresiona por su robustez y elegancia.Sus torres de granito y acero de 103m de altura, cables de suspensión y arcos ornamentales, el puente exhibe una estética clásica y atemporal que ha resistido la prueba del tiempo. Además, los cuatro carriles para vehículos, las vías para ferrocarriles y los pasillos para peatones brindan una funcionalidad excepcional que ha permitido al puente seguir siendo una parte vital de la infraestructura de transporte de la ciudad de Nueva York durante más de un siglo.
Empire Fulton Ferry
Continuando con nuestro paseo llegamos al Empire Fulton Ferry, un espacio que se remonta a los primeros días de Brooklyn cuando ésta era una ciudad independiente. En el siglo XIX, el servicio de transbordadores entre Manhattan y Brooklyn era una parte vital de la infraestructura de transporte de la ciudad, y el muelle de Fulton Ferry era uno de los puntos de acceso más importantes.A lo largo de los años, el área alrededor de Fulton Ferry experimentó cambios significativos, desde su papel como centro de transporte hasta su transformación en un destino turístico y recreativo en el siglo XXI.Hoy en día, Empire Fulton Ferry es conocido por las impresionante vistas que ofrece del skyline de Manhattan y los puentes de Brooklyn y Manhattan, desde el mirador o desde el paseo marítimo a lo largo de todo el East River. Algo realmente maravilloso.
Puente de Brooklyn
Continuamos en dirección a la entrada peatonal para cruzar a Manhattan por el Puente de Brooklyn. Una experiencia indescriptible que hay que hacer sí o sí.Diseñado por el ingeniero John Augustus Roebling y completado por su hijo, Washington Roebling, tras la trágica muerte de éste durante las primeras etapas de construcción.La ceremonia de apertura del puente, el 24 de mayo de 1883, fue un evento histórico que atrajo a multitudes de espectadores y dignatarios. Con su envergadura de más de 1.800 metros y sus torres de granito y piedra caliza que se alzan hasta una altura de 84 metros sobre el agua, el Puente de Brooklyn se convirtió instantáneamente en un símbolo de progreso y modernidad para la ciudad de Nueva York.Su diseño combina elementos de estilo gótico y clásico, creando una estructura elegante y funcional que ha resistido la prueba del tiempo. Sus torres gemelas, decoradas con arcos y detalles ornamentales, son una característica distintiva que se eleva sobre el horizonte de la ciudad, mientras que los cables de acero que sostienen el puente añaden una sensación de ligereza y gracia a su apariencia.El tablero del puente, que lleva el tráfico de vehículos, peatones y ciclistas entre Manhattan y Brooklyn, ofrece vistas impresionantes del skyline de la ciudad y del East River. Caminar o andar en bicicleta por el puente es una experiencia única que permite a los visitantes apreciar su arquitectura desde una perspectiva íntima, mientras disfrutan de la brisa marina y el bullicio de la ciudad que pasa por debajo. Una experiencia que no debes dejar pasar en tu visita a New York. A nosotros nos encantó. Espectacular.
Manhattan
Habiendo ya cruzado el puente, nos encontramos nuevamente en Manhattan y como la salida del puente se encuentra a un paseo de Chinatown y Little Italy, pues ya que estábamos, nos dirigimos para allá… jejeje total, un paseito más que menos, después de lo que llevamos andado…
Chinataown
El Chinatown de Manhattan tiene una historia que se remonta al siglo XIX, cuando los primeros inmigrantes chinos comenzaron a establecerse en el área. En ese momento, la mayoría de los inmigrantes chinos venían de la provincia de Guangdong en busca de oportunidades económicas en los Estados Unidos. A lo largo de los años, Chinatown ha crecido y evolucionado, convirtiéndose en uno de los barrios chinos más grandes y dinámicos fuera de Asia.Además de las festividades, Chinatown está lleno de tiendas que venden productos importados de China, desde té y hierbas medicinales hasta joyas y artesanías. Los mercados callejeros ofrecen una variedad de productos frescos y exóticos, mientras que los templos y santuarios proporcionan lugares de culto y reflexión para la comunidad china.
Little Italy
Y el contraste aquí se nota literalmente de estar en una calle en pleno Pekín ha doblar una esquina y aparecer en la bella Italia de Little Italy. Este genuino barrio se remonta a finales del siglo XIX, cuando miles de inmigrantes italianos llegaron a Nueva York en busca de una vida mejor. Establecidos en el vecindario de Lower Manhattan, los italianos encontraron comunidad y camaradería entre sus compatriotas, formando un enclave vibrante que se convirtió en el corazón de la cultura italiana en la ciudad.Hoy en día, Little Italy sigue siendo un bastión de la cultura italiana en Nueva York, con sus calles llenas de restaurantes, cafés, pastelerías y tiendas que ofrecen una variedad de productos y especialidades italianas. Los visitantes pueden pasear por las calles adoquinadas y disfrutar del ambiente animado y festivo, impregnado del aroma tentador de la cocina italiana y el sonido de la música tradicional.
Onieal’s
Y que mejor broche para cerrar este magnífico día que unos cócteles, después de haber degustado buenos manjares en el barrio italiano, en un local tan emblemático como curioso como lo es Onieal’s.Estamos en New York por lo que habrá que «tirar» de Cosmopólitan, Manhattan o los Old-Fashioned. El día lo merecía y disfrutarlos en buena compañía más aún.