Galardonado con un Sol Repsol (2016, 2017, 2018, 2019, 2020 y 2021), Mejor Establecimiento Hostelero 2016 y Mejor Jefe de Cocina, Cristian Palacio, al frente del retaurante Barahonda, es sin duda el chef y el proyecto gastronómico que se vislumbra con una proyección más que prometedora. ¿Tendrá la región su próxima «estrella» en Yecla? Yo lo tengo claro.
El restaurante se encuentra ubicado en la planta superior de la misma bodega que le otorga su nombre. Al entrar se hace presente un gran salón de estilo minimalista que mantiene la tendencia observada por toda la bodega. Y no es otra que la de fundir tradición (maderas) con destellos modernos (acero). El Sol hace su aparición por toda la instancia gracias al gran ventanal que preside el salón, desde donde, gracias a la distribución de mesas, se puede contemplar el fabuloso paisaje de viñas.
El servicio de sala y la atención al comensal es profesional y atento. Los tiempos entre platos muy correcto y sin prisa, dando tiempo a saborearlos y al dialogo entre comensales. Equipo de sala simpático y agradable, presentando de una forma pausada cada emplatado, sin dar la sensación, que aparecen en otros lugares, de querer soltarte la retaila rutinaria e irse. Todo ello gracias a la atenta y efectiva supervisión de Sofia Sanz.
En carta disponen de dos menús, «Enoturista» (40€) y «Entre Tiempos» (70€), todos ellos con la bodega incluida. Qué mejor que estar degustando los caldos propios de la bodega junto con las magníficas elaboraciones del chef. Aún así, cuando se realiza la reserva, se ponen en contacto para indicarte qué menús están en carta para el día elegido, incluso pudiendo elegir el realizado de diario.
Saboreando las creaciones de Cristian, te percatas que hay algo especial en sus sabores, en sus emplatados. Más tarde te informas que ha estado al amparo del Chef David Boldova del Restaurante El Lago de Pedro Subijana y es en ese instante cuando todo encaja en el fino engranaje gastronómico de sus presentaciones.
Presentaciones realizadas con productos de altísima calidad. Sabores y olores tan intensos que son capaces de trasladarte a recuerdos de comidas familiares en medio de la campiña. Gracias.
Los emplatados tienen un nivel de presentación tan exquisito que podrían causar envídia en las más altas cocinas españolas. Todo ello llevado al cimit de la imaginación e innovación con la representación final de uno de sus postres estrella. Magnífico.
Visitar la bodega de la mano de Sandra, degustar sus deliciosos vinos y comer contemplando los viñedos, es una de las experiencias que no deberías dejar pasar ni un día más.