Si estás buscando una ruta por Londres que combine historia, cultura y un toque de modernidad con un rollo alternativo, esta te va a encantar.
En esta ocasión y debido a que ambos lugares necesitan bastante tiempo para su disfrute, sólo visitaremos dos lugares. Uno de ellos es uno de los museos más emblemáticos de la ciudad, el Natural History Museum y el otro el vibrante y transgrersor Camden Market. ¿Nos acompañas?

Museo de Historia Natural
Nuestra primera parada es el Natural History Museum (Museo de Historia Natural). Ponemos voz de John Hammond y decimos aquello de «Bienvenidos… a Jurassic Park» (versión británica, por supuesto).

Este edificio de imponente estilo neorrománico es el auténtico corazón de la ciencia en Londres. Nada más entrar, te recibe una enorme sala victoriana con un enorme esqueleto de diplodocus «Dippy», cosa que ya te deja claro que aquí van en serio con lo de “grandeza”. Y lo mejor de todo…¡es GRATIS! (A ver si vamos tomando nota España…)
Dato Curioso:«Dippy» fue un regalo del magnate estadounidense Andrew Carnegie al museo en 1905. La réplica causó tanto furor que se hicieron copias para otros museos del mundo, convirtiéndolo en el dinosaurio más fotocopiado de la historia.

Inaugurado en 1881, este museo fue la respuesta británica a la fiebre científica del siglo XIX, cuando coleccionar fósiles y bichos raros era lo más cool. Y ojo, porque la colección empezó mucho antes, gracias al médico Sir Hans Sloane, que dejó su colección de 71.000 especímenes al país (generoso, pero también un poco acaparador, no vamos a mentir).
Dato Curioso:Este museo albergó una pieza bastante famosa, el «Hada de Piltdown», un fósil que durante décadas fue considerado el eslabón perdido en la evolución humana… hasta que, en 1953, descubrieron que todo era un fraude. ¡Vaya lío!

Entre pasillos interminables de minerales que brillan más que un filtro de Instagram y dioramas de mamuts peludos, lo que de verdad te roba el corazón —y las fotos para el feed— es la sección de dinosaurios con el famoso esqueleto de Diplodocus («Dippy») y el escalofriante Tyrannosaurus Rex que da miedo verlo (sí, aunque ya tengas 30 años) y las huellas fosilizadas te hacen sentir como un auténtico explorador en botas de turista.

No se puede hablar de historia natural sin mencionar a Charles Darwin. Aunque nunca trabajó directamente para el museo, su influencia impregna cada rincón. Su teoría de la evolución revolucionó la forma de entender la vida y hoy una estatua suya (con mirada de «yo ya lo sabía») preside la gran escalera del Hintze Hall.

Dato Curioso:Cuando el museo abrió, las teorías de Darwin aún eran controvertidas. Por eso, durante años su estatua estuvo escondida en una esquina discreta. No fue hasta 2009 (bicentenario de su nacimiento) que la colocaron en el centro. Sí, Darwin fue cancelado… y luego revalorizado.
Esto es sólo un pequeño aperitivo, te ampliamos más información sobre el Natural History Museum.

Camden Market
Después de empaparnos de ciencia pura en el Museo de Historia Natural, es hora de cambiar el chip y ponernos un poco más alternativos. Y para eso, nada mejor que dirigirnos a Camden Market, el lugar más ecléctico de Londres. ¿Estás listo para una dosis de caos con estilo?


Vamos a poner las cosas en perspectiva: Camden empezó en el siglo XIX como una especie de zona industrial llena de almacenes y fábricas (totalmente nada glamuroso). Pero, en los años 70, el barrio se transformó en el centro neurálgico de la bohemia londinense. ¿La culpa? Pues sí, The Clash y Amy Winehouse, entre otros, hicieron de Camden su patio de recreo personal. Y claro, ya sabes lo que pasa cuando la música, el arte y la rebeldía se encuentran: se genera un ambiente que ni el más moderno de los barrios cool podría imitar.

En este mercado puedes encontrar de todo. ¿Y un diamantito?. Bueno… casi de todo. Tienes el Stables Market con sus antigüedades raras y estatuas de caballos (porque, claro, en Camden eso tiene todo el sentido), el Camden Lock Market, donde encontrarás joyería y decoración handmade con un toque boho, y el Buck Street Market, que parece salido de una película futurista con sus contenedores reciclados y ese aire eco-moderno.


Pero hablemos de lo más importante: la comida. Si tienes hambre (y créeme, te va a entrar), en Camden te encontrarás con una oferta tan variada que te sentirás un poco como si estuvieras en un buffet de culturas. Pero, claro, en Londres, no puedes irte de ahí sin probar el clásico fish and chips. ¿Es una obligación? Sí. ¿Te lo van a recomendar todo el mundo? También. Pero, ¿deberías probarlo? Totalmente, si no pruebas el fish and chips, ¿realmente has estado en Londres?. Porque no hay nada como unas buenas patatas crujientes con pescado empanado, todo cubierto por un toque generoso de vinagre.

Y no olvides que el arte callejero se cruza contigo en cada esquina. Es el toque final para que te sientas parte de algo mucho más grande: el auténtico corazón de Londres, donde el arte y la rebeldía caminan de la mano. Así que si todavía te queda espacio en la mochila, cómprate un par de posters psicodélicos, una chaqueta de cuero que no necesitas y, lo más importante, disfruta de la locura que es este mercado mientras esquivas a turistas igual de despistados y perdidos, o más, que tú.

Un poco de tranquilidad
Para cerrar con broche de oro, no hay mejor manera que con el clásico británico: el té de las 17h. Después de un día de exploración y aventuras, un buen té acompañado de moffins scones con mermelada y crema es todo lo que necesitas para relajarte. Y si ya te han dolido los pies de tanto caminar, este es el momento perfecto para descansar y disfrutar del ambiente tradicional británico.

