«Somos vascos, vascos venidos a Murcia a ofrecer lo mejor que sabemos hacer , nuestra cocina, nuestra gastronomía , la Gastronomía Vasca.»
Éstas son las palabras que nos encontramos al entrar en la web del Restaurante Gurea, galardonado con un plato y dos cubiertos en la presente edición de la guia Michelín 2017. Un galardón ganado por su apuesta a introducir una gastronomía típica y poco conocida, como es la vasca en la ciudad de murcia, donde no abunda este tipo de restaurantes.
Situado en la esquina Alejandro Séiquer, más conocida como calle «Correos», y la calle granero, se encuentra el Restaurante Gurea, uno de los pocos restaurantes de cocina vasca que hay en la ciudad de Murcia.
Ambiente y decoración clásica con toques modernos que entrelazan con la imagen de la tipica taberna vasca. Dispone de una zona de barra donde poder degustar los innumerables pintxos. Así como de dos zonas de comedor, una contigua a la zona de barra y otra en primera planta un poco más íntima.
El servicio es muy bueno, atención inmediata y siempre pendientes por si falta algo en mesa o para quitar aquellos cubiertos o platos servidos que ya has consumido. Siempre con una sonrisa y amabilidad insuperable.
Un detalle que no es muy común en los restaurantes y que denota el toque y la profesionalidad en el servicio hacia el comensal es el retirar, para cada nuevo plato servido, los cubiertos utilizados anteriormente. Sin duda, se deja ver la importancia que impera a que los comensales degustemos todos los sabores de cada plato y no se entremezclen con las sobras de los anteriores. Algo muy de agradecer.
Si hay algo que no cabe discusión alguna, es la exquisitez de la cocina vasca en la elaborción de sus platos. Y en este sentido, Restaurante Gurea lo demuestra en cada una de sus elaboraciones, ya sea en pintxos o en carta.
Dispone de una carta, sin llegar a ser muy amplia, acorde con los platos típicos de la tierra. Y es en este sentido donde la merluza, el bacalao, el solomillo o txuletón destacan sobre losdemás. Aunque un apunte especial merece el queso de Idizábal o las exquisitas anchoas del Cantábrico.
Productos y materias primas de muy buena calidad, bien cocinados con una cuidada presentación en el emplatado. Sabores y degustaciones que, en mi caso, me transladan al recuerdo que tengo de las calles del casco viejo de Donostia (San Sebastián), calles con aromas entremezclados de mar y cocina.
Dentro del restaurante puedes disfrutar de sus elaboraciones de dos formas: un tapeo de pintxos regados en un buen txakolí o a la carta en uno de sus salones. Sin duda alguna, cualquiera que elijas no te dejará indiferente.
Todo esto daría a pensar que estamos ante un restaurante de precios elevados y poco accesible al ciudadano medio, pero nada más lejos de la realidad, ya que tanto los precios en barra como en carta son de lo más normales y ajutados. Un buen detalle, es la cantidad que ponen por comensal. Si no eres de buen comer, seguro que con uno podrás compartirlo, aunque también te facilitan la opción de medias raciones.
En definitiva, un restaurante que no deberías dejar de visitar, ya sea para un tapeo rápido como para una degustación de platos típicos en salón.