Nos encontramos en el Restaurante Magoga de Cartagena, ciudad portuaria de la Región de Murcia, donde este año hemos decidido trasladarnos para celebrar nuestro aniversario.
Como es habitual, nos encanta elegir un lugar o restaurante emblemático para estas fechas. Como ya sabéis, el año pasado estuvimos en La Cabaña Buenavista, y este año no hemos querido pasar la oportunidad de ir a otro de los restaurantes «estrella» de nuestra región. Llevábamos tiempo queriendo ir, y por fin ha surgido la ocasión perfecta.
Bajo la centenaria sombra de un Molino de Viento, uno de los pocos del Campo de Cartagena ubicados en pleno Casco Antiguo de la ciudad, y a los pies de Monte Sacro, se divisa el Restaurante Magoga. Ubicado en Plaza Dr. Vicente García Marcos, una de las plazas históricas de la ciudad, pues, antaño se encontraba la Lonja de fruta y verdura de la ciudad y por donde aún podemos disfrutar del discurrir de la «Muralla de Tierra», un vestigio de los restos de la Muralla de Carlos III.
Teníamos muchas ganas de poder disfrutar de la cocina de Magoga desde mucho antes de conseguir la preciada estrella. Ahora, después de estos años de pandemia, hemos creído que no había mejor ocasión para desplazarnos a tan bella ciudad.
En el interior del restaurante nos encontramos con una decoración inspirada en el paisaje cartagenero y Mediterráneo. Mesas y detalles en piedra y madera se funden con las cortinas aterciopeladas, en color gris arenisca, que inspiran las ruinas romanas así como los murales, plasmados en pared, de enormes y cuantiosos bancos de peces que inundan la estancia evocando la tranquilidad del Mediterráneo. Una sensación de Paz y Tranquilidad. Las estancias del local se componen de un salón principal junto con un reservado pequeño e íntimo de tan sólo dos mesas (romanticismo elevado a la décima potencia).
Al frente de este magnífico proyecto se encuentra María Gómez y Adrián de Marcos. María ha recogido las enseñanzas culinarias tradicionales, especialmente las de su abuela, y para su formación, las de la Escuela de Hostelería Aiala de Karlos Arguiñano, Arzak y El Bulli, siempre rodeada de los mejores chefs del país. Adrián de Marcos dio el paso definitivo, también, en la Escuela de Hostelería Aiala de Karlos Arguiñano. Dió sus primeros pinitos en las cocinas de Zuberoa y Arzak y ya en Magoga, vio la necesidad de “tratar al cliente con el mismo cariño que a una madre”, pasando de las cocinas a Jefe de Sala y Sumiller y logrando el Premio al Mejor Sumiller de la Región de Murcia 2018 y el Q de Quesos a la Mejor Carta de Quesos de Restaurante. Entre ambos han conseguido llevar esta propuesta culinaria a ser una de las nuevas referentes en la Región de Murcia.
Menú Degustación Alma 2022
En Magoga puedes disfrutar de un Menú Degustación 120€ + 80€ opción de Maridaje; un menú ejecutivo de 60€ (sólo de miércoles a viernes a mediodía) y por supuesto de carta. Una carta no muy extensa donde elegir entre 6 elaboraciones para entrantes y otras 6 para segundos, una selección de quesos, 3 postres y 2 cócteles. Lo justo para experimentar los sabores extraordinarios que nos ofrecen. Adrián de Marcos, como Sumiller, nos ofrece inmensas posibilidades en el maridaje, pues dispone, en bodega, de más de 550 referencias en grandes caldos nacionales e internacionales, así como alguna que otra «spécialité» de las mejores añadas.
Nuestra elección ha sido un Champagne Rosé Blanc Collection Pertois-Moriset, un rosado que marida muy bien tanto para mariscos como para carnes. Muy muy fino y exquisítamente delicioso.
Snacks «Un Paseo por Cartagena»
Pero antes de entrar con el champagne, como es nuestra costumbre, degustamos un delicioso vermut artesanal en barrica para ir acompañando a los entrantes que nos vienen.
Comenzamos los entrantes con un delicioso Buñuelo de Mar. Esponjoso y meloso. Una explosión en boca extraordinaria. ¿Qué mejor manera de comenzar, no?
Continuamos con una Ensaladilla Caramelizada. Homenaje a los inicios de Magoga allá por 2014, nos sorprenden con esta ensaladilla rusa envuelta en un caramelizado de patata. Una maravilla. Yo a este snack le pondría algún elemento con sabor a anchoa y tendríamos una de las mejores innovaciones de la típica «marinera». Yo ahí lo dejo jejeje.
Seguimos nuestra andadura por los aperitivos, éste consta de tres elementos: Caldo de Setas y Cítricos, Royal de Mújol y Flor del Campo de Cartagena. El caldo se ha elaborado con setas shiitake y trompetas de la muerte, la royal de mújol se acompaña con un caldo de raifort (rábano ligeramente picante) y terminamos con la versión salada del típico dulce flor de «novia» de Cartagena realizada en sobrasada vegetal. Una auténtica delicia los tres por igual. Espectacular.
Para finalizar con los entrantes, y a modo de limpiar los sabores para dar paso al menú, tenemos una Esfera Cítrica. Se trata de un bombón cítrico muy muy delicado que al meterlo en boca explosiona dejando salir su contenido. Una evolución sobresaliente al típico «sorbete de limón» de toda la vida. Gracias a Dios.
Entrantes
Comenzamos con los entrantes y qué mejor que con una exquisita Quisquilla de Cartagena con Verduritas y Agua de Tomate. Quisquilla de la costa de Cartagena sobre una gelée de su propio jugo, aceite de alga kombu, habitas tiernas ahumadas, picatostes y un néctar de jugo de su propia cabeza.
El siguiente plato es una Mousse de Cebolla, Anguila Ahumada y Bajocas. Se acompaña con una huevas de trucha, láminas de champiñón y una reducción de caldo de ave (pato, pichón y pollo campero). Una maravilla, cada vez soy más fan de la anguila.
Continuamos nuestra degustación con unos Pésoles, Flan de Tocino y Alábega. Esta elaboración, como cada año, es un tributo que la Chef María dedica a su abuelo, que siendo pastor, le encantaba comer un poquito de tocino salado con guisantes. Es una crema de pésoles, guisantes y un flan de tocino de chato murciano coronado con una espuma de alábega (muy parecido a la albahaca) y ralladura de trufa negra. Una fantasía de sabor. Padres y Madres del mundo, alimentar a vuestros retoños con este plato y ya sí que se comerán los guisantes, os limpiarán los platos.
Hacemos un pequeño standby en el menú para degustar un delicioso Pan, Mantequilla de Oveja Calaveruela y AOVE Aceite Hojiblanca, de Ortegas, Yecla. Un pan brioche y una mantequilla suave elaborados con leche curada de oveja y para acompañarlos un poco de sal de San Pedro del Pinatar y un aceite ecológico aromático de toques florales. El brioche es un escándalo. Para repetir y no parar.
Después de la «parada técnica» continuamos con un Arroz bomba, D.O.P. Calasparra, de Gamba Roja de Cartagena. Un arroz molido a la antigua usanza en molino de piedra, sin que éste llegue a quitar toda la cáscara, lo que da un color semioscuro y no tan blanco al grano, un fondo realizado con calamar, gamba, cangrejo azul, quisquilla, mejillones y almejas y coronando una espumita realizada con el jugo de las cabezas de la gamba. Una concentración de sabor a mar exquisita y deliciosa. Un plato fabuloso.
Terminamos la sección de entrantes con una delicatessen y un bocado sublime, Ostras del Mediterráneo en Jugo de Cordero y Halófilas. Ostras de la costa valenciana a vapor, unos 30 minutoss, acompañadas de hierbas halófilas (contienen una gran concentración de sales) y galanga (conocido como jengibre azul) acompañada de una salsa de cordero. Pura fantasía. Pienso que deberían dejar este plato como comodín y poder repetirlo más adelante jejeje.
Principales
Pasamos a los principales, en este caso, tenemos un Cordero Lechal de Calblanque Asado en su propio Jugo. El plato se compone de tres partes: la primera una paletilla de cordero con puré de chirivía y caldo de semillas de mostaza con jugo de cordero; la segunda buñuelo de pensamiento de cordero y por último unas «manitas» de cordero deshuesada y bañada en demi-glace con crema de pil-pil de hinojo. Impresionante. Una carne tierna que no necesitas masticar a penas. De 10.
Por último, pasamos a la Kokotxa de Atún Rojo en Jugo de Ternera y Raíces. Lo compone de una base de tomate, cítricos, frutos secos, jengibre y menta, una galette (zona final de la ventresca) de Atún Rojo cocinado al vapor, 45 minutoss, de infusión de tomillo con una reducción de huesos de atún tostados, vino tinto y ternera, una paillette aromatizada con curry de alga y una crema de tamarindo. Si el anterior era de 10, este se sale de la escala. Un 12. Una excelente y sabrosísima ilusión óptica de estar comiendo una jugosa y tierna carrillera. Para levantarse y aplaudir.
Postres
Carro de Quesos Artesanos seleccionados por Adrián de Marcos
Comenzamos los postres con los quesos. Una degustación de verdadera exquisitez donde supieron seleccionarnos 3 piezas, para cada uno, muy acertadas.
Mi selección comienza con un Queso Curado Palmero (ligero, suave y sabor ahumado), un Queso de Cabra Francés (Líquido y sabor muy muy intenso) y por último un Queso D.O.P. Casín, asturiano, uno de los más antiguos del mundo (sabor inmenso que llena toda la boca). Una auténtica delicia. Exquisitez elevado a la décima potencia.
Para la selección de Selema, nos encontramos con un Queso Semicurado de Oveja Calaveruela, un Queso Curado Lola Montez cubierto de flores y por último un Queso Beenleigh Blue inglés. Deliciosos todos ellos también.
Para acompañar los postres pedimos un par de copas de vino dulce. Nuestra elección fue un Château Dereszla Tokaji Aszú 5 Puttonyos. Vino dulce de las variedades furmint y hárslevelű elaborado en la región de Tokaj-Hegyalja, Hungría, con una crianza de tres años en barricas de roble húngaro. Ofrece recuerdos de miel y albaricoque.
Château Dereszla, bodega centenaria, fundada en el S. XVIII y ubicada en la región de Tokaj. Famosa a nivel internacional por sus vinos dulces que elaboran a partir de uvas afectadas por la botrytis cinerea, conocida como “podredumbre noble”.
Ya con los postres, comenzamos con Higuera, Hinojo y Fondillón. Tenemos una flambée de almendra marcona por base, alrededor una mouse de vainilla, coronando con un helado de hojas de higuera ahumada con sirope de fondillón (vino dulce alicantino) y un licuado de hinojo. Delicioso, postre fresco y muy ligero que viene de maravilla a estas alturas. Magnífico.
Por último y para terminar, Membrillo, Algarroba y Oloroso. Base de tierra de algarroba y café descafeinado, láminas de membrillo (de la fruta, no del dulce), bolita de helado de algarroba con mole poblano y un sabayón de vino oloroso. Muy rico, aunque sea bastante más contundente que el anterior. Rico, rico.
Cafés
Petit Fours Finca El Soto
Para los petit fours, que mejor producto que los recolectados en la finca El Soto, propiedad del bisabuelo de María Gómez, ubicada ésta en Fuente Álamo. Un pecado detrás de otro. Es un no parar. Un querer y no poder.
Para acompañarlos, y aprovechando que estamos en la cuna del mismo, no podía faltar mi delicioso y emblemático Café Asiático para mí y una infusión de anís. Un final magnífico.