Adentrarse en el mundo culinario del restaurante Varoulko Santorini es una experiencia que cautiva todos los sentidos. Desde el momento en que cruzas la entrada te envuelve una atmósfera de elegancia relajada, hospitalidad genuina y belleza infinita.
Varoulko Santorini
Enclavado en los pintorescos caminos encalados de Imerovigli en el Grace Hotel, se propone una experiencia gastronómica donde el arte moderno se funde con la inmensidad del paisaje en un collage infinito de belleza insultante.
La distribución de mesas se encuentran justo en el borde del acantilado, disfrutando de este modo de unas exquisitas y sensacionales vistas del atardecer con un telón de fondo inmejorable: la caldera (Thirasia y Nea Kameni) y a la impresionante «Skaros Rock». El Mejor atardecer de todo Santorini.
Cocina Varoulko
Su ubicación junto al mar no sólo garantiza la frescura de sus productos, sino que también proporciona un telón de fondo impresionante para una velada inolvidable. Cada plato es un guiño de sabores autóctonos y respeto por las costumbres locales.
Varoulko Santorini equilibra la tradición con la innovación. Creaciones estrella como los calamares al pesto genovés o el tartar de cigalas con albahaca fresca y yuzu picante integran una experiencia gastronómica inolvidable que cautiva a cada comensal con su sabor.
El servicio impecable, atento y cordial hacia el comensal.
Lefteris Lazarou. Chef
El chef Lefteris Lazarou se ha forjado una ilustre trayectoria en el panorama gastronómico griego desde muy joven. Valedor de la cocina fusión y creativa parte de recetas locales muy apreciadas adaptándolas a las tendencias actuales.
En 1987 hizo realidad su sueño de abrir el ahora emblemático «Varoulko Seaside», donde utiliza por primera vez el marisco en la alta cocina, alterando el panorama de la gastronomía local y dando a conocer a toda una nación pescados y crustáceos antes despreciados; tan pioneros son sus platos que muchos han alcanzado ya el estatus de clásicos.
Gracias a su enfoque en constante evolución y su espíritu innovador, Varoulko sigue brillando como un faro de inspiración, acumulando notables elogios por el camino. El más destacado, sin lugar a dudas, es la estrella Michelin que recibió el restaurante en 2002, la primera que se concedió a un chef de cocina griega.
Menú Degustación
Varoulko Santorini dispone de 3 menús degustación. Más que suficientes para degustar la cocina de Lazarou. El primer menú, «Egeo», consta de 7 servicios y tiene un precio de 155€ por persona. Éste es el que nosotros elegimos. El segundo menú, «Coral», consta de 9 servicios a un precio de 190€ por comensal y por último, la joya de la corona, el menú «Lava» de 240€ por persona y 12 servicios.
Menú «Egeo»: Tesoros de nuestro mar
Como el maridaje está totalmente prohibitivo, decidimos pedir una botella, más que suficiente para pasar la velada, nuestra elección: Prosecco Rosé Extra Dry 2020. Un espumoso italiano rosa pálido (85% Glera) y delicado con reflejos violáceos, obtenido tras un breve contacto con pieles de Pinot Noir (15%). Toque frutal en nariz a manzana amarilla, melocotón blanco y pequeñas bayas, que se mezcla con notas de flores primaverales. Vino refrescante y sensual que combina los delicados toques frutales del Glera con el picante sabor a bayas de Pinot Noir. Delicioso.
Comenzamos con la bienvenida del Chef, un mini-tartar de atún. Delicioso. Riquísimo. La pena es que se termina en un suspiro.
Continuamos, aunque en realidad el menú comienza aquí, con una Sopa de Rape, gambas, crema de bacalao y brunoise de verduras. Una verdadera exquisitez. El rape fresco y un sabor a pescado y marisco muy pontenciado para el consomé. Aquí es donde pido pan para que se lleven el plato «limpio como los chorros».
Terminado con el rape, una pena, porque hubiera repetido sin parar, seguimos con una auténtica delicatesen: Sepia a la plancha, verduras, grosella negra, piñones y espuma de queso feta. Las verduras le dan un fondo maravilloso, pero la brillantez del plato lo aporta el pequeño aporte del queso feta. Maravilloso.
Para pasar al plato principal, continuamos previamente con un Sorbete de limón. Pues eso, un sorbete de limón… no hay más misterio. Aquí aún mantienen la «vieja» costumbre del sorbete.
Como principal Merluza al horno, guisantes, alcachofas silvestres y crema de limón. Espectacular. Se podría pensar que sólo es una simple merluza al horno, pero el acompañamiento, sobre todo la crema de limón, le otorga un superlativo colosal. Impresionante.
Pasamos al primero de los dos postres que iban en el menú: Tarta de Manzana, Feta y Arándanos con crema helada de turrón. Magnífica. Deliciosa. Me encantan estas innovaciones. Me recordó a la «Tarta de Limón sin hacer» de Cristian Palacio cuando estaba en el restaurante Barahonda. Obviamente el postre de Cristian le dá 100.000 vueltas a éste, pero el concepto me ha gustado.
Terminamos los postres con un delicioso Brownie de lavanda y cremoso de vainilla. Espectacular. Para los amantes del chocolate, como somos nosotros, es la exquisitez realizada. De 10.
Para finalizar la velada unos Petit Fours compuestos por unos Skaros Rock chocolate y unas burbujas azucaradas de licor. Bocados del olimpo. ¡Impresionantes!
Al final, cuando la oscuridad se había abierto paso sobre el bello atardecer, resurge de las faldas de «Skaros Rock» un baile de estrellas dando colorido y poniendo broche final a esta fabulosa y especial velada.
Cenar en el Restaurante Varoulko Santorini es dejarse llevar por una ola de delicias sensoriales y una apreciación renovada por los placeres simples y exquisitos de la vida. Sin duda, es un restaurante que merece ser visitado una y otra vez. A nosotros porque nos pilla un «pelín» retirado, que si no….