En medio de una campiña del municipio de Capdepera, en dirección a Cala Mesquida, rodeado de pinos, encinas y olivos, emerge suntuoso el restaurante Andreu Genestra.
La belleza y el buen gusto por la edificación rustica se entremezclan en un paraje maravilloso a contemplar tanto en horas de sol como a la penumbra de la luna en compañía de un espectacular cielo estrellado.
Nos encontramos en un entorno totalmente rústico, sin edificaciones alrededor, sólo el restaurante y a unos pocos metros el hotel Predi. Esta situación, junto con los diversos rinconcitos de mesas, tan bien cuidados en detalles y decoración, es primordial para crear un ambiente tan romántico y encantador que hacen que la velada sea maravillosa, sin apenas haber probado bocado.
El servicio recibido es sin lugar a dudas sensacional, no puedes eperar menos de un lugar así. Atención muy educada y atenta, ten por seguro que no te falta de nada, y siempre con una sonrisa en la cara, están pendientes de todo lo que conlleva la velada y el servicio en la mesa. Te sientes atendido a cada segundo pero con la peculiaridad, y no menos agradable, de no sentirte agobiado por tan alta atención.
Hablar de las creaciones gastronómicas de Andreu Genestra es hablar de la fusión entre la experiencia y la genialidad de varios maestros de la cocina, como Marc Fosh, Jean Louis Neichel, Juan Mari Arzak o Ferrán Adriá, de los que tras años de estudio y trabajo junto a ellos, se ha empapado de lo mejor de cada uno para plasmar su ingenio en tan sensacionales platos.
Los productos son de una calidad de muy alto nivel. Un detalle muy a tener en cuenta y que eleva el nivel sobre sus platos son los huertos particulares del restaurante, donde se cultivan las hortalizas, verduras y en especial la oliva con la que realizan su propio aceite. Es con tan magnífica materia prima, con la que el joven chef prepara, acompaña y condimenta sus creaciones.
Con estas condiciones de productos de primera, un servicio magnífico y una calidad excepcional lo de menos es el precio, pero en este caso, no estamos hablando de un restaurante donde el precio no concuerda con lo ofrecido, es más, a mi parecer nos encontramos con un precio muy ajustado y competitivo para un restaurante calificado con una estrella Michelín y un sol por la guía Repsol.
En definitiva, un magnífico restaurante donde disfrutar de una magnífica velada y dejarse llevar por las diversas y magníficas creaciones del Chef. Yo aconsejaría en los meses de primavera o verano, como fue mi caso, para disfrutar cenando en las distintas zonas del patio o jardín.