En Murcia, escondidito entre los edificios, (me recuerda a la ubicación de Manolo Blahnik en Madrid) en una de las esquinitas de los bajos, se encuentra la Taberna Asiática Kome, un soplo de aire fresco a lo conceptual y costumbres gastronómicas de estas tierras.
El local está establecido para sólo 14 comensales, no hay reservas. ¿Entonces como hago para ir a cenar o comer? Pues muy sencillo, si lo que deseas es comer, el restaurante abre a partir de las 13:30h, en este horario no hay lista, por lo que es lo más parecido a un restaurante normal. El concepto nuevo lo tenemos en las cenas, donde se establece una lista de comensales, pero como ya he mencionado anteriormente, no existen reservas.
A las 21h se abre la lista, sale uno de los cocineros para ir apuntando comensales (si estas sobre las 20h y 20:30h, muy posiblemente seas de los primeros para apuntarte), hasta completar aforo.
Una vez en la lista, se te cita para las 21:30h, hora en la que todo el mundo comenzará a cenar. Salvo que el local no esté muy completo o no sea muy tarde en horario, no se dejará entrar a ningún otro comensal, ya que aquí es donde entra el concepto más innovador, cocinan para tí in-situ.
El ambiente en el local está muy bien logrado. Pequeño, acogedor y diseño minimalista, sólo hay lo que se necesita, nada más.
Al entrar observamos dos zonas de acción pero todo en el mismo espacio. La principal, a la izquierda, la pequeña cocina donde se realiza todo el espectáculo. Ésta a su vez rodeada por una barra en madera y taburetes, dando forma de isla. Y a la derecha un para de mesas de “tapeo” rápido o para aquellos que han llegado tarde y no han podido entrar en la zona de cocina.
21:30h, se abre la cocina, muy amablemente, te dan la bienvenida, y te acomodan en el lugar que ellos te asignan y comienza el espectáculo. Entre ellos está el Chef Samuel Ruiz, artífice y creador de todo, el cual gracias a su creatividad y estilo (años de estudio y trabajo en los famosos restaurantes de “El Bulli” y “Dos Palillos”) te transportará a experimentar un placer gastronómico totalmente diferente a lo que puedas encontrar.
Dispone de una carta pequeña pero ajustada y muy variada, con todo tipo de platos. Lo aconsejable, en estos casos, si es tu primera vez, o no, como me gusta a mí cuando repito visita, es dejarse llevar por los criterios y platos que el Chef estime oportunos. Siendo ésto un recorrido y degustación por sus mejores platos y creaciones.
La degustación en sí conlleva varios entrantes, un principal y postre. Lo interesante es que no hay una cantidad de platos establecidos, cuando creas que ya estás saciado, lo indicas y pasan directamente al plato principal y postre. O si crees que ya has finalizado, pues también. El grado de adaptación al comensal es perfecto, aquí no pagarás por algo que no te comas previamente.
El tipo de cocina es todo un espectáculo de fusión thailandesa, japonesa, china, etc, en una muy cuidada presentación y perfecta conjunción de armonía de sabores. En definitiva, algo muy novedoso, tanto en sabores, como en concepto e innovación gastronómicas, para una ciudad como Murcia en la que se agradece, de vez en cuando, salirse de lo establecido.