Cuando piensas en Londres, seguro que te vienen a la cabeza el Big Ben, los autobuses rojos y, por supuesto, esa elegante postal del Tower Bridge, levantándose como un gigante de piedra y acero sobre el río Támesis.
Pero este puente no solo es bonito: su historia está llena de desafíos de ingeniería, anécdotas extravagantes y más de un malentendido mundial (no, no es el «Puente de Londres»). Vamos a cruzarlo, pero no solo por arriba… también por su historia.

La necesidad de un puente diferente
A finales del siglo XIX, Londres estaba creciendo a un ritmo vertiginoso y el tráfico fluvial por el Támesis era tan intenso como el de sus calles. El Puente de Londres ya no daba abasto, y la parte este de la ciudad necesitaba un paso más. Pero había un problema: ¿cómo construir un puente que permitiera el paso de barcos sin bloquear el tráfico marítimo?

Tras años de debates, rifirrafes políticos y un concurso de diseño, en 1884 el arquitecto Sir Horace Jones y el ingeniero Sir John Wolfe Barry propusieron una solución innovadora: un puente levadizo de estilo gótico victoriano que, cuando hiciera falta, se abriría para dejar pasar los barcos. Y así nació la idea del Tower Bridge.



El Tower Bridge: Un coloso de acero y piedra
La construcción comenzó en 1886 y duró ocho años. Para sostenerlo, se clavaron dos enormes pilares en el lecho del río, y sobre ellos se levantaron 11.000 toneladas de acero, recubiertas con piedra de Cornualles y granito de Portland para darle ese aire medieval que encajara con la cercana Torre de Londres.


Cuando fue inaugurado en 1894, el Tower Bridge no solo era una maravilla de la ingeniería; también era un símbolo de orgullo para los londinenses. Su mecanismo hidráulico, accionado originalmente por vapor, permitía que el puente se levantara en menos de 90 segundos.


El corazón hidráulico del Tower Bridge
Durante décadas, el sistema hidráulico original del Tower Bridge funcionó gracias a vapor y acumuladores hidráulicos gigantes. En 1976, se modernizó y pasó a ser eléctrico, pero el motor original y la sala de máquinas se conservaron y hoy forman parte del recorrido turístico.


Si visitas el puente, puedes bajar a sus entrañas y ver de cerca ese titánico sistema que lo levantaba con la fuerza de la presión hidráulica y toneladas de engranajes. Una joya de la ingeniería victoriana.


Cuando el puente se abre… y los barcos mandan
30 de junio de 1894. Londres amanecía con ese cosquilleo en el ambiente que solo se siente en los grandes días. A lo largo del río Támesis, cientos de personas se agolpaban buscando el mejor sitio para presenciar un momento histórico: la inauguración oficial del Tower Bridge, el nuevo orgullo de la ciudad.

El encargado de dar el pistoletazo de salida fue nada menos que el Príncipe de Gales —quien años más tarde se coronaría como el Rey Eduardo VII (1901-1910). A mediodía en punto, las trompetas ceremoniales rompieron el silencio, el puente fue bendecido y… entonces llegó ese instante mágico. Durante dos eternos minutos, Londres entero pareció quedarse sin aire. Nadie pestañeaba. Y de pronto, los bascules —esas enormes plataformas móviles del puente— comenzaron a elevarse por primera vez.

La celebración fue por todo lo alto. Los cañones de la cercana Torre de Londres dispararon un saludo real y el tráfico fluvial se puso en marcha. El primer barco en atravesar el nuevo puente fue el Daisy, capitaneado por el jefe del puerto. No navegó solo. Le siguieron una elegante procesión de buques honoríficos: el vapor Conservador, el yate Trinity House Irene, el cañonero HMS Landrail, el Bismark y el Clacton Belle.

Algo que muchos no saben es que el puente sigue levantándose casi todos los días. No es un simple efecto turístico: el Tower Bridge está obligado por ley a abrirse siempre que un barco con mástil alto solicite el paso, y este servicio es gratuito (eso sí, hay que avisar con 24 horas de antelación).

Este protocolo ha provocado situaciones curiosas. En 1952, por ejemplo, mientras un autobús cruzaba el puente, los operarios comenzaron a levantarlo antes de tiempo. El conductor, Albert Gunton, aceleró y saltó al otro lado con el vehículo y sus pasajeros. Por esta maniobra digna de película, recibió una bonificación de 10 libras y un día libre. ¡Un auténtico héroe londinense!

Anécdotas y curiosidades
- Durante las celebraciones de los Juegos Olímpicos de 2012, los aros olímpicos colgaban del Tower Bridge, un despliegue espectacular que millones vieron por televisión.
- En 2014, un hombre disfrazado de Spider-Man escaló la estructura del puente como parte de una protesta política. La policía, acostumbrada a todo tipo de locuras, cerró el puente temporalmente.
- Los operarios del puente tienen que someterlo a revisiones constantes, incluyendo el sistema hidráulico, las pasarelas y la estructura. A pesar de parecer antiguo, es uno de los puentes más modernos y seguros de Europa.

El Tower Bridge en el cine
Este puente no podía pasar desapercibido en la cultura pop. Ha aparecido en decenas de películas, desde Sherlock Holmes (2009), donde se muestra en construcción, hasta la saga de Harry Potter y películas de acción como Fast & Furious: Hobbs & Shaw o Spider-man «Lejos de Casa», donde, por supuesto, lo destruyen digitalmente.


Pero, en la vida real, el Tower Bridge ha sobrevivido a dos guerras mundiales, bombardeos y el paso de millones de personas y barcos, sin perder ni un ápice de su elegancia.

¿El Puente de Londres? No, ese es otro…
Uno de los mayores malentendidos turísticos es confundir el Tower Bridge con el London Bridge. Y la culpa la tiene su espectacular silueta. El verdadero London Bridge, más antiguo, es un puente sencillo y funcional. De hecho, en los años 60, la versión anterior del London Bridge fue vendida a un empresario americano que la desmontó y trasladó piedra por piedra a Arizona.

Hoy, el Tower Bridge es un ícono global, una pieza maestra de la ingeniería victoriana y un símbolo de la identidad londinense. Cruzarlo a pie, con las torres góticas a tu lado y el Támesis debajo, es como caminar por la historia misma.

Así que la próxima vez que alguien te diga “Mira, el Puente de Londres”, ya sabes que toca corregirle y contarle todas estas historias o bien compartirle este post 😏☺️
