Sky Villa | Azulik

Selema
Por
TulumPrecio: €€€€Categoría: 4 Estrellas
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5 min.

La Sky Villa (Villa Cielo), del hotel Azulik, está en la parte más alta del acantilado que nos separa del Mar Caribe. Para acceder a ella hay que caminar varios metros entre la jungla y ascender dos niveles.

Entrada a la villa

Junto a su puerta de entrada, una estructura de madera en forma de casita te invita a despojarte de tus zapatos, como así hicimos.

Zapatero a la entrada de la villa

De forma circular y con un techo cónico, como las tradicionales palapas mayas. El material utilizado para dar forma a su estructura son maderas de palma o bejuco, dejando ver el exterior,  por lo que la privacidad no es absoluta lo que a nuestro parecer, aporta mucho encanto a la experiencia. No tiene paredes pero está recubierta de cristal, protegiéndonos de la lluvia o el viento.

Interior habitación sky villa

Toda nuestra cultura ha desarrollado formas cuadradas de pensar, de diseño, de habitar… Hay que empezar a construir cosas que vengan de nuestro recuerdo de la naturaleza biominéticasRoth Azulik

El elemento central de la villa es su enorme y confortable cama, también redonda, que envuelta por una mosquitera de tela, además de protegerte de los mosquitos,  da un toque muy romántico.

No damos menos protagonismo a la bañera, también con formas esféricas y una amplitud suficiente como para poder ser utilizada por dos personas.

Detalle ducha

Alzando la vista, en la zona central de la bañera, observamos que también tiene una ducha. Al caer el agua entre esa enredadera,  teníamos la sensación de estar entre la jungla y sentir caer el agua de la lluvia, pues además está un poquito salada. Una experiencia muy revitalizante en cualquier momento del día.

Vistas al mar desde piscina en balcón
Detalle cama balinesa redonda colgante y piscina

En la noche el escenario se transforma. La villa no tiene luz eléctrica, tan sólo un enchufe para cargar los dispositivos electrónicos. Es por ello que aprovechábamos la luz del día en los momentos previos al atardecer para arreglarnos y salir a ver la puesta de sol.

Detalle en espejo
A la luz de las velas

Cada tarde, un Ángel prende las velas de la villa para que, a nuestra llegada esté iluminada. Os puedo asegurar que no he vivido romanticismo y belleza que se le pueda comparar. Conciliar el sueño, escuchando el sonido del mar, con la tenue iluminación de las velas es una experiencia inolvidable.

Detalle velas en la habitación

La zona exterior es un verdadero Oasis. Un remanso de paz en el que se puede detener el tiempo. Lo primero que hice nada más llegar fue balancearme en su columpio,  sintiendo esa sensación de libertad y velocidad que tanto asusta pero que al mismo tiempo nos hace felices.

Vista al mar desde balcón habitación
Columpio en balcón

Cada mañana, al alba, salíamos a contemplar los colores tan diferentes que ese día nos regalaba el cielo.  En el amanecer, como en la vida, cada comienzo es distinto. Algunos días iniciaron con tormenta, otros muy despejados, pero con calma de espíritu, sientes que todos merecen la pena vivirlos y los afrontas con mayor optimismo y actitud.
No es de extrañar que en la época precolombina (registros del Instituto Nacional de Antropología, INAH) a Tulum se le conociera como Zamá: lugar del amanecer.

Amanecer Sky Villa

Otro lugar para el balanceo, aunque de menos amplitud de movimiento es la cama colgante, que queda sobre la bañera de mosaicos artesanales mexicanos. Lugar perfecto para compartir en pareja, a cualquier hora del día, o de la noche a la luz de las estrellas o de las tormentas tropicales. Recuerdos imborrables.

Detalle sunrise
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Maestra de profesión y vocación. Además de enseñar, me apasiona aprender y descubrir lo mejor de cada día, de cada lugar y de cada momento.